A veces, muertos de hambre si... pero siempre, siempre ricos, sobreabundantes y repletos de humanidad creativa, de belleza, y de imaginación... Porque muertos de hambre también son aquellos que rechazan o desconocen como alimentar el corazón, el espíritu, el mundo interior... lo que al final te mata por inanición metafísica convirtiéndote en un autómata, en un cascarón vacío de humanidad y de fantásticos sueños, en un vagabundo que tan solo aspira a sobrevivir en una gélida burbuja de falso confort tecnológico, económico y de terrible aburrimiento...
No sé que tipo de "muerto" o "inadaptado" es peor...
Gracias artistas por hacernos la vida más dulce, más elevada, más conmovedora y sobretodo...
más humana...